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Club de la curiosidad: los primeros tres meses

Club de la curiosidad: los primeros tres meses

A fines de abril inauguramos un espacio semanal que llamamos el Club de la curiosidad donde invitamos a quien quisiera sumarse a explorar sus intereses personales, sus dudas y todo aquello que pudiera provocar alguna pregunta en poco menos de dos horas cada viernes.

Este es un resumen de lo que vivimos en cada uno de los encuentros.

1er encuentro — 24/4/2020

En el primer encuentro del Club de la curiosidad conocimos a Tobías y hablamos un poco acerca de cómo sería la dinámica del espacio que inauguramos.

Se presentaron Valentín, Mateo y Franco y entre las primeras cosas que conversamos estuvo la memoria. Nos preguntamos acerca de cómo se acuerdan las personas que graban videos lo que tienen que decir. En otras palabras, nos preguntamos acerca de cómo funciona la memoria.

Propio del momento que vivíamos, a poco más de un mes de que comenzara el aislamiento social, preventivo y obligatorio, nos preguntamos acerca de los barbijos. ¿Podrán volverse una nueva moda? ¿Cómo serán los encuentros familiares?

Y hablando de la familia charlamos acerca de la gente que viaja por trabajo. Especulando un poco nos imaginamos cómo podría ser el futuro. ¿Se va a viajar menos?

Para el final del encuentro volvimos a la memoria. ¿Cómo funcionan las competencias de memoria? ¿Cuántos números de Pi podemos recordar? ¿Qué métodos existen?

Todo eso nos abrió el apetito y nos empezamos a preguntar por el origen del delivery.

Justo antes de despedirnos en conjunto establecimos el horizonte de nuestro flamante Club de la curiosidad: i) que cada semana aparezcan nuevas preguntas, ii) que en la medida de lo posible lleguen con algunas posibles respuestas y iii) que podamos trabajar juntos en mejorar la manera en que buscamos información y la filtramos.

Quedó como tarea intentar recordar dígitos de Pi.

2do encuentro — 8/5/2020

Se sumaron Santiago, Leonel, Tobías, Valentín, Franco y Mateo.

Comenzamos conversando sobre el primer encuentro, en el que nos habíamos enfocado en investigar sobre mnemotecnia y memoria. Invitamos a Marcos, que nos mandó un video recordando 300 decimales de Pi y ¡Tobías demostró que pudo recordar casi 40!

Luego, Santiago puso en la mesa un desafío divertidísimo que probamos entre todos: medir la velocidad y la precisión con la que tipeamos con AgileFingers. Eso nos llevó a pensar en la memoria muscular, la importancia de la práctica para aprender a hacer algún deporte y preguntarnos qué pasaría si alguien aprende algún deporte únicamente de manera teórica.

Concluímos que probablemente le iría bastante mal en su primer partido de básquet, si es que puede moverse. Por último, Mateo compartió algo que le estaba dando mucha curiosidad últimamente: ¿por qué se empañan los anteojos?

Esa simple pregunta hizo que, por un lado, Valentín recomendara una técnica con jabón para evitar que se empañen y, ya que estábamos en el tema de materiales hidrofóbicos, pudimos profundizar en por qué el jabón sirve para eliminar el COVID-19 y otros antígenos.

3er encuentro — 15/5/2020

Se sumaron Santiago, Leonel, Tobías, Franco, Valentín y Mateo.

Santiago nos mostró su destreza con el cubo Rubik y nos dejó impresionados. Nos contó de los nuevos algoritmos que estuvo practicando y del concepto “look ahead”, necesario para resolver más rápido el cubo.

Leonel nos contó que en 48 horas, y a raíz de lo que charlamos la semana pasada, aprendió a hacer malabares y nos contó algunos trucos para lograrlo. Ahí también surgió la idea de poder adelantarnos a lo que pasa con cada pelota cuando está en el aire, una forma de “look ahead” que practicamos cuando hacemos tareas repetitivas que requieren de atención y precisión.

Esto nos dio pie para charlar acerca de videojuegos y de cómo algunas cosas que practicamos en un dominio (como puede ser jugar a los videojuegos) se puede aplicar en otro campo. ¡Y así es como los cirujanos pueden volverse mejores practicando con jueguitos! Del Fortnite a la sala de operaciones.

En relación a todo esto nos pusimos a charlar sobre el ajedrez y la necesidad de adelantarnos a las jugadas en nuestras estrategias. Volvió a aparecer como tema nuestra capacidad prospectiva, es decir, de mirar al futuro, para tomar decisiones.

Tobías nos contó que estuvo pensando en el concepto de contrafácticos, es decir, acerca de los “y qué tal si…”: caminos posibles, mundos posibles, futuros posibles.

Así es como empezamos a hablar de libre albedrío y de si creemos en que el futuro está escrito o si podemos cambiar el curso del mismo. ¿El futuro está cerrado o lo que hacemos puede alterarlo?

Pensar en esas cosas nos hace pensar en nuestras acciones y sus consecuencias. Es por eso que la ética (el estudio de lo que está bien y lo que está mal) muchas veces nos hace pensar en cuáles pueden ser las consecuencias de nuestras acciones. Pensamos en lo que vamos a hacer y nos imaginamos cuáles podrían sus consecuencias, por ejemplo de mentir o de robar.

Y a veces nuestras acciones por sí solas no cambian mucho pero si todas las personas hicieran lo mismo podría ser un problema. Por ejemplo, salir a la calle durante la cuarentena: podría ser insignificante si una persona lo hace pero si todas lo hacen aumenta mucho el riesgo.

Estos son los dilemas morales: tenemos varios caminos de los que podemos elegir uno y hay que tener herramientas para poder elegir de entre ellos.

Eso nos lleva de vuelta al efecto inesperado de nuestras acciones. Mencionamos el “efecto mariposa”, la idea de que una acción que puede parecer insignificante puede tener profundas consecuencias.

Aunque no podamos ver el futuro podemos imaginarlo y en base a eso pensar en qué queremos hacer y por qué elegimos hacerlo.

Mateo había dejado la pregunta acerca de cuánto es lo más lejos que llegó en el espacio algún objeto creado por la humanidad y cómo hizo para llegar hasta ahí. Así fue que hablamos acerca de las misiones Voyager 1 y 2 que a fines de los 70s fueron lanzadas hacia el espacio y hace poco abandonaron el Sistema Solar.

Conocimos el concepto de empuje gravitacional y pensamos en cómo tendríamos que hacer para llegar a Júpiter pero también al Sol, una tarea mucho más complicada.

Para la próxima semana nos queda como ejercicio prestar atención a algún objeto en casa para el que nos podamos imaginar cómo es que fue inventado, o que simplemente nos llame la atención.

Leonel sumó como ejemplo el abrelatas que fue creado 40 años después de las latas, y ninguno en el Club lo sabía.

Como todas las semanas, para la próxima pueden pensar cualquier cosa que les haya llamado la atención y sobre la que quisieran que exploremos.

4to encuentro — 22/05/2020

Se sumaron Santiago, Leonel, Tobías, Valentín, Franco y Mateo.

Empezamos poniéndonos al día y les conté acerca de por qué abrir un paraguas adentro trae mala suerte.

Leonel nos contó que se había puesto a investigar acerca de las llaves, y nos explicó que las primeras llaves más o menos parecidas a las nuestras fueron obra de los romanos (¡vean las fotos en este enlace!). Eso nos llevó a pensar en algunas cosas que se relacionan con las llaves, en particular con la seguridad y con el desafío de resguardar algo cuando no podemos encerrarlo.

Hablamos de la seguridad por oscuridad (cuando algo no está bajo llave pero está escondido) y luego nos detuvimos a pensar un poco en las puertas. ¿Qué hace a una puerta? ¿Una cueva puede tener puerta? ¿En qué se diferencia de una cortina?

Esto nos trajo a la discusión sobre las ventanas. ¿Qué hace a una ventana? ¿Existían las ventanas antes que los vidrios? ¿De dónde viene el vidrio?

Tobías estuvo estudiando sobre las ruedas, y nos contó que surgieron en el 3500 a. e. c. Naturalmente, nos pusimos a discutir acerca de cómo nos imaginamos que pueden haber surgido, e incluso especulamos con cómo fueron construidas las pirámides en Egipto.

Vimos un video de cómo la NASA reinventó la rueda para sus futuras misiones a la Luna, con cubiertas de metal que mantienen su forma y no se desgastan. También vimos unas ruedas omnidireccionales, que permiten a los vehículos moverse en cualquier dirección.

Santi propuso hablar acerca de la pigmentación de la piel, y nos pusimos a investigar sobre si las personas de piel oscura pueden ponerse pálidas. Esto nos llevó a conversar acerca de la circulación sanguínea y de cómo esta se ve afectada cuando nos enfermamos, tenemos frío o tenemos miedo, entre otros.

Esto nos embarcó en una discusión acerca de cuánto tarda la sangre en dar la vuelta al cuerpo, y nos pusimos a sacar números. Al final buscamos el resultado y no calculamos, pero fue entretenido.

Por último, hablamos del corazón y su función, y de cómo puede verse afectado el pulso por factores como fumar o no hacer ejercicio.

Y cuando nos dimos cuenta ya habían pasado casi dos horas 🙂

5to encuentro — 5/6/2020

Se sumaron Santiago, Leonel, Tobías, Mateo y Valentín.

Comenzamos charlando acerca del punto de ebullición del agua y de cómo este se ve afectada según la altura. Hicimos algunos cálculos y luego nos pusimos a conversar acerca de la historia de la televisión y de las canciones.

Tobías mencionó a los himnos y cómo los recordamos, y así desembocamos en las canciones populares como formas de transmisión oral de la historia. En torno a la construcción de identidad es que nos detuvimos en la historia de las banderas y en cómo debe ser una buena bandera. Todo esto lo vinculamos con lo que veníamos hablando en encuentros anteriores acerca de la memoria.

Valentín luego comentó que los primeros mapas eran del cielo y eran para navegar. Nos pusimos a investigar respecto de proyecciones cartográficas y comparamos el “tamaño real” de los países. Por supuesto que estuvimos un buen rato jugando con mapas.

Volviendo a los mapas antiguos especulamos respecto de cómo harían para establecer la silueta del territorio sin la posibilidad de verlo desde arriba.

Mateo nos contó su experiencia navegando siguiendo mapas de estrellas. Valentín comentó que los mapas antiguos solían reconocer lo desconocido como presencia de “dragones”.

Leonel nos contó acerca de las primeras pruebas de la curvatura de la Tierra y Tobías nos contó acerca de los primeros globos de helio con tripulación. Valentín nos contó acerca de Felix Baumgartner y su récord de salto desde altura.

Viendo cómo el globo subía nos detuvimos en la forma en que el globo se “infla” por la menor presión atmosférica. Tobías nos recordó acerca de la misión de la Crew Dragon de SpaceX y de su llegada a la Estación Espacial Internacional.

Mateo nos contó acerca de la diferencia entre los cohetes convencionales y los cohetes reutilizables y su impacto en la industria aeroespacial.

Tanto hablar del espacio nos hizo pensar en Marte y Valentín nos contó que estuvo hablando con Miguel San Martín de la NASA. Hicimos un repaso de los rovers que se enviaron a Marte y de la manera en que logran descender sobre la superficie marciana.

Conversar acerca de la exploración espacial nos hizo caer en la cuenta de lo que implica poder saber cosas acerca de otros planetas muchas veces a partir de observaciones muy indirectas.

Y así volvimos al principio: ¿el punto de ebullición del agua en Marte será la misma que en la Tierra?

Tobías preguntó cómo sabemos que Marte tiene la edad que tiene y conversamos acerca de la relevancia de estudiarlo para la ciencia. Valentín nos contó entonces de The Martian de Andy Weir, uno de sus libros favoritos.

Llegando al final del encuentro Mateo sugirió buscar acerca de qué es la vida y a qué se dedica la astrobiología.

Y si vinieran marcianos, ¿qué les llamaría la atención de lo que hacemos los humanos?

6to encuentro — 12/6/2020

Se sumaron Tobías, Santiago, Leonel, Valentín y Franco.

Comenzamos el encuentro con la pregunta de Tobías: ¿por qué no se puede registrar una palabra? ¿Qué pasaría si se pudiera restringir el uso de palabras? Así conversamos acerca de la diferencia entre marcas y palabras de uso común, y cómo cambia el sentido de las palabras según el contexto.

Eso nos llevó a conversar acerca de propiedad intelectual y patentes. ¿De qué manera restringir la circulación de la información puede ser una traba para que tengamos buenas ideas?

Nos pusimos a investigar cómo podemos registrar una marca en Argentina. Franco propuso que charláramos entonces acerca del dominio público. Así llegamos a las motivaciones para proteger la propiedad intelectual y qué es lo que está en riesgo. ¿Por qué no podría usarse alguna palabra?

Pero las leyes deben tener límites, por ejemplo los derechos humanos, y limitar lo que las personas pueden decir es antidemocrático.

¿Pero cómo se registra una obra? ¿Qué es el uso legítimo de una porción de una obra? ¿Y qué pasa si tengo una idea millonaria?

¿Y cuando tengo una idea científica?

Esto nos llevó a discutir acerca de la importancia de garantizar el acceso al conocimiento y los graves problemas que tiene el sistema de publicaciones científicas. ¿Cómo hacen los científicos para contarle al mundo sus descubrimientos? ¿Cuánto sale publicar un artículo científico?

Valentín explicó entonces cómo hacen los científicos para fijarse si un artículo está bien e introdujo el concepto de revisión por pares, que explica por qué toma tanto tiempo que se publiquen las nuevas ideas.

Leonel hizo una buena pregunta: ¿qué va a pasar cuando aparezca una vacuna para el nuevo coronavirus? Esto nos llevó a discutir acerca de la importancia de la ciencia abierta y de priorizar los intereses del bien común en la investigación científica.

Volviendo a la pregunta que había quedado del encuentro anterior, Leonel nos comentó una nota que leyó acerca de qué es la vida y nos invitó a discutir acerca de si el criterio de demarcación de la vida no podría incluir a elementos como montañas o incluso al planeta entero.

Si dentro nuestro tenemos miles de millones de bacterias con las que no compartimos ADN pero son necesarias para quienes somos, ¿no podemos pensar en organismos formados de muchos organismos? Esto nos llevó al concepto de bioma y de flora bacteriana.

Valentín nos contó entonces acerca de la Teoría de Gaia de Lovelock. Leonel completó con la definición de vida que leyó. Valentín entonces explicó algunas de las confusiones que hay en torno a la evolución. Básicamente, que los humanos no “evolucionaron de los monos” sino que a lo sumo somos primos, igualmente evolucionados.

En cuanto a si existe la vida en otros planetas, especulamos respecto de si evolucionó como en la Tierra. Valentín nos contó que para muchos biólogos si hay vida en otros planetas esta tiene que haber seguido un proceso de selección natural.

Pero la vida en otros planetas nos propuso otro problema: ¿Por qué aunque hubiera vida en otros planetas lo más probable es que no nos podamos enterar? ¿Y a qué velocidad viajan los mensajes en el espacio?

Por supuesto que eso nos llevó a hablar de Cosmos de Carl Sagan y luego Neil deGrasse Tyson.

Como consigna para la próxima semana quedó buscar algún video en YouTube del que puedan aprender algo.

7mo encuentro — 19/6/2020

Se sumaron Tobías, Santiago, Leonel, Valentín y Mateo.

En el repaso del encuentro anterior hablamos acerca de bacterias y de los “trasplantes fecales”.

Y en cuanto a la vida, Mateo habló de la vida en cuanto a “la memoria que otros tienen de nosotros”. Eso nos llevó a pensar en la permeabilidad en la historia y de la memética.

Mateo nos presentó a Grecia, su perrita recién adoptada. Santi nos mostró a su gata. Eso nos llevó a conversar acerca de la empatía que sentimos por los perros y gatos y de cómo es la relación que establecemos con nuestras mascotas. ¿Por qué es tan distinta nuestra relación con perros y gatos?

¿Qué le pasa a los perros cuando dejan de socializar con humanos? Mateo nos contó acerca de los músculos faciales de los perros y de cómo de su apariencia es lo que nos inclina a empatizar con ellos. Nos recomendó el libro How to Tame a Fox and Build a Dog de Lyudmila Trut y Lee Dugatkin

Tobías nos contó que estuvo investigando acerca de los trabajos del futuro y eso nos llevó a conversar sobre criptomonedas, almacenamiento de datos, ingeniería de los alimentos, impresión 3D de alimentos, entre otros temas.

Valentín nos advirtió acerca de leer artículos acerca del “futuro” y de cómo la mayoría de las veces ni se acercan a lo que pasa ni a lo que pasará.

Luego volvimos a charlar sobre mascotas. Mateo nos contó acerca de evolución como una forma para explicar cómo los humanos “inventamos” a los humanos. Valentín agregó algunos comentarios acerca de la selección artificial y cómo a partir de la domesticación es que modificamos a las bananas, el trigo, el maíz y muchas otras plantas y animales.

Mateo siguió contando acerca de cómo se entrena a los animales por refuerzo positivo.

Por último Tobías nos contó de algunas “curiosidades del mundo” que encontró en internet que pasamos a chequear una por una porque nunca se sabe.

La consigna para la próxima fue elegir un país y traer curiosidades (podían ser datos pero mejor una historia).

8vo encuentro — 26/6/2020

Se sumaron Tobías, Santiago, Leonel, Valentín y Franco.

Leonel nos contó que está trabajando en una mesa muy particular que se llama “tensegrity” y nos enloquecimos viendo videos e imágenes en internet.

Santiago nos contó que se puso a pensar en cómo la escuela nos da el lenguaje y en cómo, de la nada, terminamos hablando un idioma completo. ¿Cómo aprendemos?

Valentín nos contó acerca de la historia de la lingüística computacional y algunos principios estadísticos de la inteligencia artificial. Esto nos llevó, para responder a la duda de Santiago, a conversar acerca de la “pobreza de los estímulos” en lingüística.

De este modo discutimos acerca del lenguaje y el cerebro. ¿Tenemos en el cerebro zonas destinadas al habla? ¿A la escucha? ¿A la visión? ¿A cazar ballenas? ¿A jugar al truco? ¿A hacer malabares?

Con estos disparadores discutimos acerca de neurociencias y de cuáles son las fronteras actuales en la investigación acerca de cómo funciona la mente humana.

Esto dio pie al concepto de neuroplasticidad y a la forma en que varía la capacidad de aprender cosas a lo largo de la vida de una persona. ¿Y qué pasa cuando alguien no recibe suficientes estímulos? ¿Es más fácil aprender cuando somos niños y más difícil cuando somos adultos?

Retomando la consigna de la semana anterior, Tobias eligió Islandia y nos contó que no existen los mosquitos porque las personas no tienen piel expuesta y no pueden alimentarse. También nos contó que allí no existen los apellidos sino que tienen un sistema para establecer los nombres muy peculiar.

Leonel eligió Groenlandia y nos contó acerca del tiburón de Groenlandia, una especie que vive más de 500 años y cuya carne es venenosa. Además nos contó que nada muy lentamente, a 3 km/h, y que tiene un metabolismo muy lento que lo hace crecer pocos centímetros por año. Por último nos contó la leyenda sobre el origen de este tiburón.

Naturalmente, esto nos llevó a discutir acerca de las criaturas de aguas profundas y a buscar muchas fotos de estos bichos tan extraños.

Por último Valentín nos contó acerca de qué pasaría si en el mundo no hubieran virus y lo vinculó con lo que charlamos la otra vez sobre propiedad intelectual: los virus agregan novedad en el ADN de las especies animales. En relación a esto Franco nos recomendó una charla acerca de los biomas y de cómo se definen a partir de su diversidad interna.

Por último, como consigna opcional quedó buscar teorías conspirativas y pensar en por qué les damos tanta importancia.

9no encuentro — 3/7/2020

Se sumaron Tobías, Santiago, Leonel, Valentín y Franco.

En el repaso de nuestra semana Leonel nos contó que hizo una mesa “tensegrity”. Franco nos contó que existen varios productos, entre ellos lámparas, que aprovechan el magnetismo para sus diseños.

A partir de ahí nos pusimos a buscar en Instructables qué proyectos DIY podíamos hacer en casa con magnetismo y electricidad. Franco nos explicó algunas cuestiones básicas respecto de cómo podemos hacer cosas con electrónica en casa.

Después de darle varias vueltas al asunto nos detuvimos en el tema que teníamos para ese día: teorías conspirativas.

Tobías nos trajo varias que encontró en internet, comenzando por una que a Valentín y Franco (ambos nacidos en Bariloche) les resonó: que Hitler está o estuvo vivo en Bariloche.

Eso nos llevó a discutir acerca de la fidelidad de las fuentes y qué tan confiable es Wikipedia. Valentín explicó que Wikipedia es un excelente punto de partida para investigar pero no es una fuente en sí misma.

A partir de esta teoría discutimos el concepto de carga de la prueba, tanto en filosofía como en derecho. ¿Quién debe presentar pruebas cuando se afirma algo? ¿Y cómo se prueban los hechos o afirmaciones?

Tobías continuó con la teoría de que los Beatles nunca existieron sino que eran músicos de otras bandas que se iban intercambiando. Eso nos llevó a la teoría de que Paul McCartney murió en 1967 y fue reemplazado por una persona idéntica.

Entre las teorías que discutimos y refutamos incluimos luego que el SIDA fuera creado por laboratorios farmacéuticos y la CIA, la identidad de Satoshi Nakamoto, el creador de bitcoin y que Anonymous fuera un grupo de la CIA.

Franco nos explicó un poco acerca de bitcoin y Valentín acerca de cómo funciona realmente Anonymous. Para eso nos recomendó el libro Hacker, Hoaxer, Whistleblower, Spy de Gabriella Coleman, y el documental We Are Legion de Brian Knappenberger.

Tobías continuó con la teoría de que el gobierno estadounidense estuvo detrás del atentado del 11 de septiembre de 2001. Eso desencadenó una discusión acerca de los Illuminati y el “nuevo orden mundial”.

Valentín nos contó entonces la verdadera historia trágica de los Illuminati y la persecución que sufrieron durante algunas décadas en el Siglo XVIII.

Siguiendo con estas teorías Valentín explicó cómo funcionan las vacunas y por qué la afirmación de que “están hechas para enfermarnos y no para curarnos” carece de sentido.

Por último repasamos algunas “teorías confirmadas”, como que en efecto hubo objetos voladores no identificados (OVNIs) investigados por Estados Unidos, o que ese gobierno contrató a científicos exiliados del régimen nazi.

Como conclusión conversamos acerca de antisemitismo y de cómo generalmente las teorías conspirativas surgen de ansiedades xenófobas o de la intolerancia frente a ciertos grupos distintos del que propone la teoría.

Para el último encuentro antes de las vacaciones no quedó ninguna consigna en particular, más que prestarle atención a nuestra curiosidad.

10mo encuentro — 17/7/2020

Se sumaron Tobías, Santiago, Leonel, Valentín, Mateo y Franco.

Para este encuentro, antes de las vacaciones, Mateo, Franco y Valentín confesaron su curiosidad por conocer cómo fue la experiencia de Leonel, Tobías y Santiago.

Para eso se propuso la siguiente consigna: “Si tuvieran que contarle a alguien ¿qué es el Club de la curiosidad?”

Santiago contó que para él es un espacio para conversar sobre distintas cosas que nos pasaron o nos dan curiosidad. Es un espacio donde no solo se provocan las dudas sino que también se busca resolverlas.

Para Leonel el Club de la curiosidad le abrió las puertas a muchas preguntas que lo mantuvieron entretenido en la semana, alimentando sus ganas de seguir buscando cosas para aprender. En sus palabras: “Es un espacio en el que se puede hablar una hora y media con tres chabones que saben de todo y morirnos de risa”.

En cuanto a Tobías, nos contó que le frustra un poco que a sus amigos les guste más jugar a la Play que estar en un espacio como el Club, y nos contó que para él es un lugar para expresar preguntas que tenemos hace mucho tiempo o bien que se nos ocurren en el momento. En sus palabras: “Es para saber un poco más sobre la vida y el mundo, para abrir la cabeza y salirse un rato del formato «colegio»”

Luego de escuchar estas respuestas, y emocionarse, se propuso el ejercicio de pensar cómo podemos jugar con el formato del Club.

Tobías propuso dividir en dos días el club, por ejemplo miércoles y viernes, y hacer resúmenes en forma de juego usando la herramienta Kahoot con los temas del encuentro.

Otra idea de Tobías, en caso de que el Club creciera, es separar en grupos para discutir temas específicos, que podrían ir desde dilemas morales hasta todo tipo de disparadores, y que luego se organicen puestas en común para contarles a los demás lo que se encontró. Por último, propuso usar como disparadores de nuestra curiosidad lo que pudiéramos ver en series, películas u otro tipo de contenido en internet.

A Leonel se le ocurrió que podría ser buena idea invitar a un compañero o compañera por semana, o bien a nuestros padres y madres. También trajo la idea de cambiar de día, quizás martes o miércoles.

Surgió también la idea de invitar a personas que saben de cosas para bombardearlos a preguntas.

Finalmente, entre todos discutimos qué nos gustaría compartir en el futuro. Así surgió el intercambio de argumentos en debates como una opción muy atractiva.

Luego, antes de comenzar las vacaciones, reflexionamos un poco acerca de lo que significa para nosotros aprender sobre los temas que nos gustan. Así caímos en que la curiosidad es el motor de nuestro aprendizaje.

Por último, jugamos un buen rato con Geoguessr tratando de adivinar en dónde estábamos en el mundo a partir de circular por calles registradas en Google Street View. Estamos seguros de que algunos hicieron trampa, pero cuando se trata de nuestra curiosidad las reglas no siempre están tan claras.